¿Y qué hago yo con estos pies?

julio 23, 2013

 

pies

Entre los 9 y los 18 meses el bebé suele empezar caminar. Cuando lo hace, una pregunta que nos asalta es si apoya correctamente los pies.

Para responderla primero debemos tener presente la variabilidad de la normalidad: Podemos encontrar bebés y niños pequeños que apoyen el pie correctamente desde el inicio y otros que tiendan a meter o sacar un pie o que aparenten tener los pies planos sin serlo.

Por otro lado, durante el desarrollo normal, el niño presenta un valgo del pie  fisiológico (aparente “pie plano”), cuyo pico se encuentra entre los 15 y los 36 meses y, a partir de los 3 años, se va reduciendo  hasta los 7 años donde se aproxima a los valores del adulto. Esto significa que, salvo casos excepcionales en los que esta caída de los arcos del pie es muy significativa y se acompaña de debilidad de la musculatura encargada de sostenerlos o de otras alteraciones en el sistema óseo,  la propia actividad que realiza el niño durante el juego será suficiente para que la musculatura encargada de sostener la planta del pie se desarrolle adecuadamente.

Revenga-Giertych y Bulo-Concellón mencionan en su estudio realizado sobre población infantil de Cadiz en 2005 lo siguiente:

“El mejor tratamiento para el pie plano valgo fisiológico es la realización de ejercicios fisioterápicos específicos, añadiendo en ciertas ocasiones el uso de plantillas ortopédicas y/o calzado, y reservando la cirugía para un pequeño porcentaje de casos que no se corrigen con los tratamientos previos y que originan dolor o grandes deformidades”.

¿Qué aspectos podemos tener en cuenta desde la consulta de fisioterapia?

Evaluación funcional:

1. Observar los pies desde todos los planos en bipedestación y valorar el ángulo varo/valgo del calcáneo  teniendo la precaución de que las tibias estén verticales (perpendiculares al suelo).

 

pie valgo fisiológico, fisioinfancia

 

valores normativos valgo pie, fisioinfancia

 

 

2. Valorar el transcurso del apoyo del pie durante la marcha (al caminar).

evaluación pie plano: marcha, fisioinfancia

 

3. Valorar la capacidad de sostén de peso sobre las piernas, analizando  cómo se comportan todas las articulaciones: pie, tobillo, rodilla, cadera. Por ejemplo, ayudándole a permanecer a la pata coja, solicitarle que se coloque en cuclillas…

pruebas de sostén, valoración de miembros inferiores  fisioinfancia

4. Valorar la capacidad para propulsarse con las piernas (en niños muy pequeños, con apoyo): ponerse de puntillas, enderezarse al subir un escalón y frenar al bajarlo. Observaremos si el pie todavía cae más al incrementar la carga de peso sobre él  y cuánto puede corregirse  cuando se pone de puntillas.  Existe un test concreto: Doble/single heel raise, o lo que es lo mismo, ponerse de puntillas con los dos pies a la vez o con uno solo a utilizar  en niños más mayores que puedan colaborar.

proulsión de las piernas, pies valgos, fisioinfancia

5. Observar cómo se comporta el niño durante el juego en el suelo: ¿se sienta en W? Recordemos que la postura de sentado en W puede asociarse con llevar un pie hacia fuera o adentro al caminar.

 

 Evaluación pasiva:

En descarga (sin apoyo), primero observaremos cómo se alinea el pie y después trataremos de colocarlo correctamente a nivel del retropié, antepié, y mediopié y observaremos si aparece el arco.

corrección pieplano-valgo en descarga, fisioinfancia

Test de Jack: en carga y procurando que el peso del cuerpo esté repartido por igual a cada pie, se realiza flexión dorsal forzada desde la falange proximal a nivel de la articulación metatarsofalángica del primer dedo. En condiciones normales, esta maniobra devuelve la forma del arco, restableciendo el eje astrágalo-escafoides-primera cuña y provoca rotación externa de la tibia + varización del calcáneo. Cumple los mismos principios que la maniobra en descarga que muestra la fotografía.  En el caso de niños pequeños es más fácil valorar la capacidad de corrección pasiva en descarga, puesto que se puede manejar mejor el pie y evitamos que se muevan o rechacen.

 

¿Qué ocurre si detectamos un posible problema?

1. SIEMPRE: Derivar al médico y/o al  podólogo para valoración más exhaustiva.

2. Ofrecer pautas a los padres:

  • Caminar descalzo
  • Juegos que impliquen enderezamiento de las piernas y aguante de peso (ej: saltar, trepar, bajar a cuclillas y levantarse, subir escaleras, jugar a la pata coja sin bloquear la rodilla hacia atrás, subir y bajar cuestas,caminar por la arena, caminar de puntillas, subir de puntillas con los dos pies y con uno solo…)
  • Juegos que llevan directamente a la corrección del pie, buscando que realice el arco (ej: hacer un puente con el pie para esconder una moneda o que pase un muñequito).

3. El calzado sólo para ir a la calle o si hace frío (sustituible en casa por calcetines antideslizantes), siempre muy bien ajustado al pie y flexible para permitir el movimiento.

4. La importancia de la actividad sobre las ortesis: si finalmente toca llevar calzado ortopédico, plantillas u otras ortesis, debemos tener en cuenta que éstas no corrigen el problema, sino que tratan de alinear lo mejor posible el pie para que el peso del cuerpo no siga debilitando los ligamentos y la deformidad aumente. Son sistemas de contención, no de corrección. ¡¡¡Lo que realmente produce cambios es el trabajo activo!!!

 

Espero que os sea de ayuda :)

 

 

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Comentarios

  1. Fisiotroclea comenta: 23 julio, 2013

    Maribel. Excelente entrada. Has elegido un tema q suele preocupar a la mayoria de los padres, y ademas lo has explicado de un modo claro.
    El unico pero q pongo es q no se ven las imágenes, aunque no se si sera por un fallo en mi conexión.
    Por ultimo gracias por compartir tu conocimiento: haces q me guste la fisio pediatrica, algo impensable para mi hasta ahora

    • Maribel Ródenas comenta: 24 julio, 2013

      Muchas gracias Nivin.
      Me alegra mucho que te gusten los post y que te resulten útiles.

      Miro las imágenes y te digo.

      Un abrazo.

  2. aniralaion comenta: 1 septiembre, 2013

    Excelente entrada, me ha gustado mucho sobre todo porque toco el tema a diario en la ortopedia. El médico prescribe las plantillas y en la mayoría de los casos no explica realmente lo que pasa, así que los padres vienen pensando que las plantillas son la solución… quiero decir con esto, que todos los profesionales que trabajamos en este tipo de casos debemos transmitir el mismo mensaje (justo el que has dado tú) para que los padres, que al fin y al cabo confían en nosotros la salud de sus hijos, sepan encarar la situación correctamente y entiendan bien qué pasa, por qué pasa y qué hay que hacer para arreglarlo. Enhorabuena Maribel, como siempre!

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